El primer libro de medicina herbolaria azteca, que se conoce como el códice de la Cruz-Badiano, en reconocimiento al médico indígena Martín de la Cruz que dicto los usos de las plantas en náhuatl y a Juan Badiano que los tradujo al latín. Realizado en 1552. Fray Bernardino de Sahagún describe en la obra “Historia General de las Cosas de la Nueva España" (Códice Florentino), documento escrito entre 1557 y 1577, en el que registro 225 especies vegetales. El Dr. Francisco Hernández, médico de cámara de Felipe II, escribió entre 1571 y 1577 la obra “Novoe Hispanice theseaurus, sive plantarum, animalum, et minera", la cual permaneció en el Escorial, desconocida por más de un siglo, hasta que con notas de Juan Terencio se publicó en Roma por los años de 1648-1652. El médico español Francisco Bravo público la obra “Opera medicinalia" en 1570 que se considera el primer libro de medicina impreso en México y contiene un capítulo dedicado a las plantas. Entre 1579 y 1592 Agustín Farfán escribió el “Tratado breve de Medicina y de todas las enfermedades", obra escrita en español que contiene información sobre la terapéutica de ese tiempo incluidos los remedios herbolarios (García Icazbalzeta, 1954). Gregorio López (1542 -1596) escribió el “Tesoro de las Medicinas" (1672), la cual es una compilación de recetas empíricas, donde se hace mención especial de las propiedades anestésicas de la mandrágora para cuando el médico debe cortar o cauterizar algún hueso o miembro. (Velasco, Tapia, & Vega, 2004)