Este capítulo me hizo pensar en cómo la familia cambia con el tiempo, pero siempre sigue siendo una parte muy importante de la vida. En la última etapa, muchas personas mayores pueden disfrutar más de su tiempo, ya que tienen más libertad, menos responsabilidades laborales y la oportunidad de compartir con nuevas generaciones como los nietos o bisnietos. Es una etapa en la que pueden sentirse realizados al ver crecer a su familia y al transmitir sus valores y experiencias. Sin embargo, también existen aspectos difíciles, como la soledad de quienes no tienen compañía o el deterioro de la salud que puede limitar su independencia. Creo que es fundamental valorar a las personas mayores, acompañarlas y reconocer todo lo que aún pueden aportar. La vejez no debería verse solo como una pérdida, sino como una etapa con su propio significado, donde el amor, la familia y el apoyo mutuo pueden hacerla más plena y digna.
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