La normalización es el proceso de establecer normas técnicas para asegurar que productos, servicios y procesos sean adecuados, seguros, eficientes y compatibles. Estas normas, creadas por organismos como ISO, IEC y DGN, definen requisitos y especificaciones que mejoran la calidad, protegen la seguridad y optimizan los recursos. En México, la Ley de Infraestructura de la Calidad regula este proceso, promoviendo la competitividad y la confianza del consumidor.