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¿Representan las sietes cabezas emperadores romanos? - Coggle Diagram
¿Representan las sietes cabezas emperadores romanos?
El punto de vista preterista
La bestia de Ap 13 surgida del mar es un símbolo del Imperio romano en los días de Juan. Entienden que las siete cabezas de la bestia representan una sucesión de emperadores romanos del siglo I d.C.
Algunos futuristas también han tomado este punto de vista como parte de su postura interpretativa. Ellos dan a Ap 13 un doble enfoque, de manera que la bestia con cuerpo de leopardo, representa tanto al antiguo Imperio romano como a un anticristo en el futuro.
La bestia con cuerpo de leopardo que surge del mar
El razonamiento preterista comienza con la premisa básica de que la bestia surgida del mar representa la entidad concreta que desencadenó la persecución en la provincia romana de Asia en la época de Juan.
En cuanto a la segunda bestia, a los preterista les parece que representa, el culto a Roma y a Augusto, al que se alude con frecuencia como "culto imperial".
Señala específicamente a la situación a la que se enfrentraba Juan y sus feligreses cristianos, donde Roma era culpable.
La argumentación parece perfectamente lógica, aunque no puede considerarse definitiva. Es decir, no hay nada en el texto que específicamente lo requiera.
Identidad bíblica de la bestia surgida del mar
Si vemos Ap 12 y 13 notaremos que en el capítulo 12 hay unas secuencia histórica de tres etapas. En primer lugar, el dragón se opone al hijo varón (Cristo), luego a la mujer y, por último, al resto de la simiente de la mujer.
En el capítulo 13 encontramos solo una secuencia de dos etapas: la era cuando la bestia con cuerpo de leopardo surgida del mar estaba sola y, después, la era en que la bestia de dos cuernos surge de la tierra, crea una imagen de la bestia con cuerpo de leopardo y ordena que todos los seres humanos le adoren a ella y a la bestia con cuerpo de leopardo.
¿Como se relacionan entre sí las tres etapas del capítulo 12 y las dos etapas de capítulo 13?
Un indicio básico se encuentra en el hecho que de que se menciona el mismo período cronológico en ambos capítulos. Ese período cronológico aparece en la fase incial de la secuencia de dos etapas del capítulo 13, pero esta conectado con la segunda fase de la secuencia de tres etapas del capítulo 12.
Las cabezas coronadas indican la era postapostólica
Esto se confirma porque en Ap 17 se dice que los diez cuernos de la bestia surgida del mar son "diez reyes que todavía no han comenzado a reinar", es decir, en los días de Juan aún no habían surgido como entidades gobernantes.
Así, debemos deducir que la era concreta de la existencia de la bestia que se representa en el capítulo 13 era aún futura para Juan.
Nuestro concepto se amplía por lo que dice Pablo en 2 Tes. 2: 6-7. La descripción que Pablo presenta del carácter y de las actividades de esa entidad coincide con la bestia del cuerpo de leopardo. Obviamente, ambas descripciones guardan una relación con el "cuerno pequeño" de Daniel 7. Los tres símbolos representan el mismo poder.
Las siete cabezas
Los intérpretes preteristas entienden que la expresión "siete colinas" debe señalar a Roma, la ciudad de "las siete colinas". En consecuencia, la expresión "siete reyes" tiene que referirse a gobernantes romanos.
Un detalle crucial que pasan por alto es que el término "colinas" de la NVI y de otras versiones españolas es una traducción inapropiada, ya que en la lengua original, se refiere a "montes". Y en el registro bíblico, jamás descubirmos que "montes" se use para simbolizar un monarca o gobernante individual.
En lugar de ello, descubrimos que se usa como símbolo de una nación o imperio.
Al momento de establer la secuencia de los emperadores, los intérpretes preteristas se quedan con una excesiva lista de emperadores. Y todas estas identificaciones de las siete cabezas requieren algún tipo de ajuste del texto bíblico o de la historia.
La cabeza herida y resucitada
La mayoría de los intérpretes preteristas entienden que es una manera de referirse simbólicamente a la muerte de Nerón y al subsiguiente mito del
Nero redivivus
.
Teniendo en cuenta la historia y como se desarrolló los acontecimientos, notamos que la muerte de Nerón no puso en peligro el poderío del imperio, porque murio como fugitivo y enemigo del Estado. Más bien, su muerte demostró el "poder superior del Estado".
Además, la herida de la bestia no fue auto infligida, sino que la bestia la recibió de su enemigo.
Hubo un reconocimiento oficial de la muerte de Nerón. Se puede agregar a la discusión el testimonio unánimes de los historiadores romanos de los primeros siglos de la era cristiana. Ninguno de ellos abrigó la idea de que Nerón pudo haber escapado de la muerte.
Por otro lado, en el Ap no se contempla la idea de que Domiciano represente una vivificación de Nerón. De hecho, la entidad representada por la bestia del mar era aún futura en los tiempos de Juan, por lo tanto, ni Nerón ni Domiciano pueden haber tenido ninguna relación con los detalles presentados en el texto bíblico.
El número 666
En el punto de vista preterista general, este número es un ejemplo de gematría, un enigmático procedimiento en el que las letras del alfabeto representan números que resultan significativos para la identificación de nombres. Se suele sugerir que los valores numéricos de las letras del nombre Nerón suman 666.
Consideraciones generales
Según la Biblia, el número 666 se aplica a la propia bestia, no a una de sus cabezas.
Minear ha observado que la gematría parece ajena al libro de Apocalipsis. Se trata de un fenómeno que no es característico de Juan.
Minear también señalño que el gran número de personas cuyos nombres han llegado a ser candidatos para el cumplimiento de 666 pone en tela de juicio toda esa operatoria.
Hay algunos problemas al momento de realizar el procedimiento preterista con el fin de aplicar el número a Nerón.
Dado que hay varias opciones en cuanto cuál de los diversos nombres de Nerón usar, ¿no resulta arbitrario y artificial usar el más conveniente?
El procedimiento de trascribir un nombre latino a caracteres hebreos es muy cuestionable.
Conclusión
Cuando contemplamos las siete cabezas recordamos que la historia sagrada del AT hace clara referencia a los reinos mundiales que en tiempos precristianos oprimieron al pueblo de Dios, y que las profecías veterotestamentarias dadas en el libro de Daniel expanden la información para incluir una potencia mundial que existiría en los días del propio Juan, más otra que surgiría más adelante.
Ni una lista de emperadores romanos, ni la muerte y la supuesta resurrección de Nerón, ni el número 666 como identificador de Nerón, podrían cumplir en sentido alguno, el noble propósito del Apocalipsis.