La pared de las venas tiene tres capas: la túnica íntima (interna), formada por endotelio y tejido conectivo, permite el intercambio de líquidos y gases; la túnica media, con músculo liso, fibras elásticas y colágeno, regula el flujo sanguíneo; y la túnica adventicia (externa), compuesta por tejido conectivo, conecta el vaso con estructuras cercanas y puede contener nervios y músculo liso.