La economía azteca se sustentó en la agricultura del maíz, tomate, chile y frijoles, llegando a obtener varias cosechas al año gracias al cultivo en chinampas, una técnica consistente en la siembra en zonas lacustres y pantanosas sobre balsas. Comerciaban con una amplia variedad de productos: metales preciosos, vainilla, plumas, algodón, obsidiana, etc. Por su parte, las semillas de cacao servían como monedas.
La cultura azteca compartió rasgos de la maya, como conocimientos matemáticos y la escritura jeroglífica, así como la práctica de sacrificios humanos rituales. Además, el pueblo azteca sobresalió en la escultura de escenas de carácter religioso. La Piedra del Sol muestra las estaciones y un calendario ceremonial.