A lo largo de la historia, los modos de producción han transformado profundamente las sociedades, según Fundamentos de Economía de Méndez Morales. En la comunidad primitiva, el trabajo colectivo sin clases aseguraba la subsistencia; el modo asiático introdujo tributos y explotación entre comunidades; el esclavismo estableció la propiedad privada y el trabajo forzado; el feudalismo ató a los siervos a la tierra bajo rentas; y el capitalismo, con su fase inicial de libre competencia y la posterior monopolista, generó plusvalía y desigualdades globales a través del trabajo asalariado. Desde 1917, el socialismo promovió la propiedad colectiva y la planificación para satisfacer necesidades sociales, eliminando la explotación, aunque enfrenta retos como la inflación por intercambios con economías capitalistas.