Su herramienta más importante:
Esta es la falsa creencia, diseñada por Wimmer y Perner en 1983. En este experimento, se muestra a un niño una escena donde Sally guarda una canica en una cesta y luego se va. Mientras está fuera, Ana cambia la canica a una caja. El niño debe predecir dónde buscará Sally la canica. Para responder correctamente, debe entender que Sally no vio el cambio y, por lo tanto, creerá erróneamente que la canica sigue en la cesta. Los niños menores de 4 o 5 años suelen responder que buscará en la caja, basándose en lo que ellos saben, pero alrededor de los 5 años logran dar la respuesta correcta, demostrando que pueden atribuir estados mentales ajenos.
Otra version más actual:
Esta es la caja de bombones. En ella se muestra una caja que parece contener dulces pero en realidad tiene lápices. Al niño se le pregunta qué pensará un amigo sobre el contenido de la caja. Los más pequeños responden que el amigo pensará que hay lápices, mientras que los mayores entienden que el amigo creerá que hay bombones, mostrando que comprenden la falsa creencia.