Los triángulos están por todas partes, en grúas, puentes, atracciones de feria, etc. Los triángulos son estructuras sencillas formadas por barras cuya rigidez se debe, precisamente, a su forma y que por ello es utilizada habitualmente en la construcción. Menciona Editorial Etecé (2024) que “Esto se debe a que el triángulo es la única figura geométrica que no se deforma cuando sufre un esfuerzo. Cualquier otra forma geométrica utilizada como estructura no será rígida o estable hasta que se triangule.”
Un triángulo no puede deformarse sin que cambie la longitud de sus lados, lo que lo hace inherentemente más estable que figuras de cuatro o más lados.
En una estructura triangular, las fuerzas se distribuyen de manera equitativa a lo largo de los tres lados, evitando puntos débiles donde pueda concentrarse el esfuerzo mecánico.
Cuando se aplica peso en un vértice de un triángulo, la fuerza se divide entre los otros dos lados, evitando deformaciones.
Se pueden formar múltiples combinaciones de triángulos para construir estructuras más complejas y estables, como en las cerchas de los puentes o las vigas de los rascacielos.
En la ingeniería moderna, los triángulos se usan en torres, puentes, cubiertas de edificios y estructuras geodésicas para maximizar la resistencia con el menor uso de material.