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APORTACIONES Y LIMITACIONES DEL DSM-5 DESDE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA, Dx.…
APORTACIONES Y LIMITACIONES DEL DSM-5 DESDE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA
1. INTRODUCCIÓN
Fundamentos del DSM-5
Sistema categorial
Facilita comunicación entre profesionales.
Basado en síntomas, no en causas.
Función principal
Clasificar trastornos mentales.
Proporcionar base para investigación y tratamiento.
Problema de fondo
La realidad clínica no siempre se ajusta a categorías fijas.
Riesgo de sobrediagnóstico y medicalización.
Estructura del DSM-5
Sección I
Uso clínico y forense del manual.
Sección II
Criterios y códigos diagnósticos.
Sección III
Medidas dimensionales.
Evaluación cultural.
Modelo alternativo de personalidad.
Diagnósticos en estudio.
4. CONCLUSIONES
Recomendaciones clínicas y éticas
Evitar diagnósticos innecesarios.
Aplicar análisis funcional de la conducta.
Tener en cuenta el contexto psicosocial.
Priorizar la formulación clínica individual.
No confundir diagnóstico con identidad.
Retos para el futuro
Integrar modelos categoriales y dimensionales.
Incluir marcadores biológicos y psicológicos.
Evitar la medicalización excesiva, sobre todo en niñez y vejez.
Formar clínicos con criterio ético y crítico.
Promover intervenciones sin necesidad de etiquetado.
2. CAMBIOS EN EL DSM-5
Principales cambios organizativos
Eliminación del sistema multiaxial.
Reorganización por ciclo vital.
Inclusión de escalas dimensionales:
Severidad (0 a 4).
Escala de Discapacidad (OMS, 36 ítems).
Cambios en diagnósticos específicos (Desarrollo clínico)
El DSM-5 introdujo varios cambios relevantes en la organización y definición de trastornos clínicos. A continuación, se desarrollan los más significativos, explicando qué cambió, por qué se hizo y qué implicancias clínicas tiene:
Espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos
Qué cambió: Eliminación de los subtipos de esquizofrenia (paranoide, catatónica, etc.).
Por qué: Estos subtipos no mostraban diferencias clínicas claras ni servían para el tratamiento.
Importancia clínica:
Se presta mayor atención a los síntomas predominantes y su gravedad.
Introduce la posibilidad de medir dimensión de síntomas psicóticos (alucinaciones, delirios, desorganización, etc.).
Mejora el seguimiento longitudinal.
Trastornos obsesivo-compulsivos y relacionados / Trastornos relacionados con trauma y estrés
TOC y TEPT ahora tienen capítulos separados, reconociendo sus características clínicas específicas.
Nuevos diagnósticos en esta área:
Trastorno de acumulación: antes era un síntoma, ahora es un diagnóstico independiente.
Trastorno de excoriación (arrancarse la piel).
Cambios en TEPT: ahora se incluyen 4 grupos sintomáticos (ya no 3) e incorpora presentación infantil.
Implicancias clínicas:
Permite diagnósticos más específicos.
Mejora la adaptación del tratamiento según tipo y gravedad del trauma.
Favorece el desarrollo de enfoques terapéuticos dirigidos.
Trastornos depresivos y bipolares
Nuevos diagnósticos:
Trastorno disfórico premenstrual: para síntomas emocionales cíclicos severos.
Trastorno del estado de ánimo disruptivo: niños con irritabilidad persistente y arrebatos.
Cambio importante: El duelo ya no excluye el diagnóstico de episodio depresivo mayor.
Implicancias clínicas:
Se corre el riesgo de psicopatologizar reacciones normales como el duelo.
El nuevo diagnóstico disruptivo evita el sobrediagnóstico de trastorno bipolar en niños.
Se refuerza la importancia del juicio clínico y la evaluación del contexto.
Trastornos adictivos y relacionados
Qué cambió: se elimina la distinción entre abuso y dependencia.
Nueva categoría: Trastornos adictivos incluye también adicciones sin sustancias, como el juego patológico.
Implicancia clínica:
Mayor claridad al evaluar la conducta adictiva.
Reconoce el impacto del refuerzo cerebral y del craving (ansia).
Abre el debate sobre nuevas adicciones: sexo, internet, etc.
Trastornos sexuales, de género y parafílicos
Qué cambió:
Se crea el capítulo “Disforia de género”, reemplazando el “trastorno de identidad sexual”.
Se distingue entre parafilia (preferencia) y trastorno parafílico (cuando hay malestar o daño a otros).
Implicancia clínica:
Se reduce el enfoque estigmatizante.
Favorece una comprensión más ética e inclusiva de la diversidad sexual.
Intenta mejorar la relación terapéutica en contextos LGTB+.
Personalidad: se mantiene enfoque categorial, pero se propone modelo dimensional alternativo.
Situación actual: Se mantiene el modelo categorial tradicional en la Sección II (grupos A, B y C).
Propuesta innovadora: En la Sección III se introduce un modelo dimensional alternativo, basado en:
Grado de afectación del funcionamiento de la personalidad.
Rasgos patológicos distribuidos en cinco dominios (afectividad negativa, desapego, antagonismo, desinhibición, psicoticismo).
Implicancia clínica:
Mejora la descripción de casos que no encajan bien en categorías clásicas.
Permite una evaluación más personalizada, útil para la planificación del tratamiento.
Trastornos del neurodesarrollo
Qué cambió: Se agruparon diagnósticos previos de infancia/adolescencia en esta nueva categoría.
Casos clínicos incluidos: TDAH, trastornos del espectro autista, trastornos específicos del aprendizaje, discapacidad intelectual.
Novedades clave:
El TDAH ahora puede diagnosticarse en adultos (inicio antes de los 12 años, no 7).
Se eliminan subtipos del espectro autista y se introduce un único diagnóstico con niveles de gravedad.
Implicancias clínicas:
Mejora la detección en adultos.
Previene el sobrediagnóstico de cuadros como Asperger.
Requiere mayor precisión en evaluación funcional y adaptativa.
3. INSUFICIENCIAS DEL DSM-5
Influencias externas
Industria farmacéutica.
Tendencia cultural a medicalizar la vida.
Psicopatologización de lo cotidiano
Duelo, rabietas, distracción, estrés → posibles “trastornos”.
Diagnósticos vagos o imprecisos
Riesgo de etiquetar sufrimientos normales.
Alta comorbilidad
Pocos pacientes tienen un solo diagnóstico.
Validación débil
Basada más en consenso que en evidencia empírica.
Dx. Diferencial (45875)
Equipo N°04