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Concepto central - Coggle Diagram
Concepto central
Santidad:
Vocación universal: La santidad no está reservada a unos pocos; todos estamos llamados a ella, sin importar nuestro estado de vida (laicos, religiosos, casados, solteros).
Santidad en lo ordinario: Se encuentra en la vida cotidiana, en pequeñas acciones realizadas con amor y dedicación.
Imitación de Cristo: Vivir como Jesús vivió, con misericordia, perdón y entrega a los demás.
Santidad en comunidad: La santidad no es individualista; se construye en relación con los demás, apoyándonos mutuamente en el camino hacia Dios.
Conversión constante: Ser santo implica reconocer las propias debilidades y buscar la conversión diaria, pidiendo perdón y esforzándose por mejorar.
Atención a los más necesitados: Compromiso con los pobres, los marginados y aquellos que sufren, siguiendo el ejemplo de Jesús en su amor por los vulnerables.
Contrario:
Egoísmo: Enfocarse únicamente en el propio beneficio, sin tener en cuenta el bien común.
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Indiferencia: Ignorar las necesidades de los demás, ser insensible ante el sufrimiento o la injusticia.
Superficialidad: Buscar apariencias o logros materiales como signos de "perfección", dejando de lado el crecimiento espiritual.
Pesimismo: Caer en la desesperanza, la falta de fe o la ausencia de alegría en la vida cristiana.
Orgullo: Buscar la autosuficiencia y la exaltación personal en lugar de depender de Dios y servir al prójimo.
Definición del concepto:
La santidad es un llamado personal y concreto de Dios a cada persona, para vivir su vida plenamente de acuerdo con el amor y la voluntad divina.
No es un estado lejano o exclusivo, sino una meta alcanzable para todos aquellos que buscan vivir con integridad moral, espiritualidad auténtica y compromiso con el prójimo.
Se manifiesta a través de la coherencia entre la fe y la vida cotidiana, haciendo el bien en pequeñas acciones y mostrando compasión, paciencia, y amor en cada situación.
La santidad implica una vida en constante crecimiento espiritual, buscando la unión con Dios a través de la oración, los sacramentos, y el servicio a los demás.
Es también un camino de libertad interior, donde el ser humano se libera del egoísmo, del pecado, y de las preocupaciones mundanas para vivir en plenitud el plan de Dios.
Características:
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Amor al prójimo: Caridad, solidaridad y justicia.
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Ejemplos: Un padre o madre que trabaja con amor por su familia, un trabajador que actúa con honestidad en su empleo, una persona que ayuda desinteresadamente a los más vulnerables. También quienes luchan por la justicia social o cuidan el medio ambiente como forma de cuidar la creación de Dios.
Contexto: La santidad se practica en cualquier lugar: el hogar, el trabajo, la comunidad, y no solo en la iglesia o en la vida religiosa. Implica vivir con coherencia los valores cristianos en las situaciones comunes del día a día.