Un diseño industrial es la apariencia u ornamentación de un producto que es nuevo y tiene carácter individual, sin tener en cuenta sus características técnicas o funcionales. Abarca tanto productos industriales como artesanales, y puede incluir objetos tridimensionales (como muebles o zapatos) y bidimensionales (como ornamentaciones), además de estructuras arquitectónicas, escaparates, páginas web o tipografías.
El derecho sobre un diseño industrial solo protege la estética del producto, mientras que las características técnicas o funcionales pueden protegerse mediante una patente. Para obtener este derecho, es necesario registrar el diseño en la Oficina Española de Patentes y Marcas.