El gaucho, en el siglo XIX, era visto como un ser inculto e inferior. Estos fueron obligados a formar parte del ejército y a luchar contra los indígenas en la frontera, tal y como se puede apreciar en la Campaña Del Desierto. El gaucho era un ser solitario, que vivía del cuidado de animales en el campo; Este era fácil de diferenciar con respecto a la gente de la ciudad, dado a que ellos eran vistos como civiles y privilegiados siendo el gaucho lo opuesto. El lugar del gaucho era La Pampa, en sus cantos ellos lo nombraban como un lugar con relieves y glorioso, aunque más tarde, pasado el conflicto de la frontera, pasa a ser descripto como un lugar triste.