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CAP 2 EL PAPEL DE LA DEFUSIÓN COGNITIVA EN LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y…

- - - - El objetivo de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es aumentar la capacidad de actuar según los propios valores, entendidos como comportamientos que otorgan sentido y propósito a la vida. Estos valores son "consecuencias construidas verbalmente, libremente elegidas" que guían al individuo hacia lo que realmente valora.
        
        Los valores permiten al cliente definir cómo le gustaría que fuera su vida y qué conductas pueden llevar a esos resultados. Aunque los resultados deseados pueden tardar en alcanzarse, el sentido de conexión y satisfacción puede experimentarse de inmediato al actuar conforme a ellos, proporcionando motivación y significado en el momento presente.
    - - En la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), el compromiso se define como "una acción basada en valores" que se lleva a cabo en un momento específico para establecer una pauta de acción en función de ese valor (Hayes et al., 2011).
        
        Además de implicar una promesa de conductas futuras, el compromiso incluye la acción inmediata de comportarse de acuerdo con un valor.
        Este enfoque enfatiza vivir los valores "momento a momento", permitiendo que en cada instante se pueda decidir actuar de manera coherente con un valor, sin importar acciones pasadas.
    - - Actuar de acuerdo con los valores puede ser difícil, especialmente en situaciones estresantes, como ser un padre cariñoso en momentos complicados. Aunque muchas terapias buscan reducir el sufrimiento para lograr una vida significativa, la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) sostiene que intentar eliminar el sufrimiento es a menudo ineficaz.
      - La ACT reconoce que el sufrimiento es una parte natural de la vida y ayuda a los clientes a aceptar emociones y pensamientos difíciles. La aceptación implica una actitud abierta y receptiva hacia las experiencias del momento, permitiendo que el sufrimiento surja sin juicios.
      - La "disposición", que se considera sinónimo de aceptación en ACT, se refiere a la decisión de mantener el contacto con experiencias privadas y sus causas, estableciendo así una conexión entre aceptación y compromiso con acciones basadas en valores. Aunque ACT comparte similitudes con el budismo, su enfoque en la aceptación se utiliza para facilitar la vida alineada con los valores durante momentos de sufrimiento.
    - - En la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), se enfatiza la conciencia del momento presente por varias razones.
        
        Primero, aceptar nuestra experiencia implica reconocer lo que vivimos ahora, ya que los pensamientos y sentimientos se experimentan en el presente. Por lo tanto, las estrategias de aceptación y defusión deben aplicarse en el aquí y ahora Además, las consecuencias de nuestras acciones ocurren en el presente.
        
        Para responder eficazmente a nuestro entorno, necesitamos ser conscientes de estas realidades. Aunque planificar es útil, los planes deben adaptarse a las circunstancias actuales. Finalmente, la conciencia del momento presente está vinculada a vivir de acuerdo con nuestros valores, ya que una conducta coherente con ellos suele asociarse con una sensación de vitalidad y plenitud. Al recordar los momentos más significativos de nuestras vidas, encontramos una conexión con el presente.
    - - Cuando pensamientos y emociones parecen definir lo que somos como personas o cuando estamos tan atrapados en nuestros pensamientos y emociones que no podemos ver mucho más allá de nuestra experiencia, se dice que estamos experimentando un sentido del yo-como-contenido.
        
        Cuando el contenido que se está experimentando es negativo, ese sentido del yo puede ser particularmente debilitador. En tal caso, puede producirse en mayor medida una evitación de la propia experiencia y, consecuentemente, una relativa falta de conductas guiadas por valores.
        
        Un antídoto frente a un sentido disfuncional del yo-como-contenido implica desarrollar un sentido del yo-como-contexto, esto implica darse cuenta de la "parte de nosotros" que se da cuenta de nuestros pensamientos y sentimientos y darse cuenta de que esa parte de nosotros que permanece constante está siempre disponible para observar nuestros pensamientos y sentimientos cambiantes así como los incrementos y disminuciones en su intensidad.
        
        La vivencia de un yo-como-contexto implica diferenciar el "Yo" estable y permanente del pasajero flujo y reflujo de mis pensamientos, emociones, sensaciones y recuerdos y percibir esas vivencias, momento a momento, desde esa invariable
    - - Si el flujo y reflujo de pensamientos y sentimientos se puede ver, desde una perspectiva de observador, será posible entender que pensamientos y sentimientos no son tan permanentes ni tan amenazadores como anteriormente parecían serlo. Y si un pensamiento doloroso se puede considerar desde una cierta distancia, ese pensamiento puede empezar a perder parte de su poder.
        
        Las intervenciones del yo-como-contexto están dirigidas a poner de manifiesto la naturaleza e intensidad de tus pensamientos, sentimientos y sensaciones; a demostrar que no te definen como ser humano y a subrayar la distinción entre ti mismo como observador y el contenido psicológico de lo que observas.
- - - - La defusión apunta hacia pensamientos generales sobre la toxicidad o la soportabilidad de las emociones desagradables, hacia lo que su presencia dice sobre nosotros como personas o hacia la vida en general y lo que es y no es posible cuando tales pensamientos están presentes.
        
        Una emoción desagradable puede parecer aceptable porque nuestra mente nos convence de que la presencia de esa emoción evita determinadas acciones y fuerza otras. Dichas emociones se vuelven más aceptables cuando uno puede defusionarse de esos pensamientos prescriptivos y prohibitivos, experimentando aquello que deba ser experimentado y comprometiéndose con aquello que importa. Las evaluaciones verbales desempeñan otro papel importante, relevante para la aceptación, que la defusión puede abordar.
        
        La aceptación puede llegar a ser vista fácilmente como lo "correcto" mientras que la evitación es lo "equivocado". Creer semejantes pensamientos contribuye a un ciclo de autoevaluaciones negativas debilitadoras que pueden estar alimentando ya una evitación problemática y una falta de acción guiada por valores. La aceptación es una elección que se puede hacer, o no, en un momento dado. Los pensamientos que pretenden evaluar esa elección desde un supuesto objetivo y una perspectiva vinculante son simples pensamientos.
  - - - Se puede utilizar la defusión como una ayuda para aclarar y liberarnos de las reglas potencialmente ineficaces. También se puede utili para ayudarnos a filtrar las consecuencias de hacer algo distinto o poco convencional.
        
        A veces, las acciones concretas que se asocian con valores pueden adoptar una cualidad ilusoria de todo-o-nada. La defusión puede ayudarnos a encontrar la humanidad, vitalidad, significado y oportunidad de actuar que permanecen entre las fisuras de las situaciones más complicadas y las narrativas que nuestra mente entreteje
  - - - El pensamiento de que uno debería o tendría que comprometerse con conductas congruentes con valores también puede ser una trampa. cuando un debería o un tengo que queda vinculado a una acción, puede hacer que esa acción se vuelva a ver si va rápidamente.
  - - - Desde luego, ambos procesos pueden proporcionar y, con frecuencia lo hacen, cierto alivio de malestar. pero no siempre llegan a desembocar en ese alivio y creerse tal pensamiento que asegura que lo hacen así, al final, está destinado a terminar en fracaso.
  - - - Desde el punto de vista de un terapeuta, posiblemente, no sea necesario diferenciar claramente entre yo como contexto y técnicas de difusión. sin embargo, las técnicas que se centran primaria explícitamente en la vivencia de pensamientos, sentimientos y otras sensaciones desde la perspectiva del observador, generalmente, entran en la categoría del yo como contexto. las técnicas de difusión, por el contrario se centran en el primer lugar, en romper las reglas de lenguaje.