Síndrome de Abstinencia: Al interrumpir el consumo, el individuo puede experimentar síntomas físicos severos, como temblores, sudoración, ansiedad intensa y, en casos extremos, convulsiones. Este síndrome puede ser potencialmente mortal, especialmente con sustancias como los opiáceos y el alcohol.
Tolerancia: Con el uso continuo, el cuerpo se adapta a los efectos de la droga, lo que lleva a necesitar dosis mayores para lograr los mismos efectos. Esto aumenta el riesgo de sobredosis y complicaciones médicas
Deseo Irresistible: El individuo siente un deseo compulsivo de consumir la sustancia para experimentar sus efectos placenteros o para evitar malestar emocional.
Impacto en el Comportamiento: La búsqueda de la droga puede llegar a dominar las actividades diarias del individuo, afectando sus relaciones interpersonales y su desempeño laboral o académico