En otras palabras, se pide a los clientes que clarifiquen formas concretas de vivir, de tratar a los demás y de implicarse en diferentes ámbitos de su vida que les den un mayor sentido de vitalidad, significado y pro-pósito. Inevitablemente, esos valores son, al menos, un producto parcial de experiencias que han tenido de primera mano, tanto si han estado en el lado de dar o en el de recibir en relación a los valores que mantienen.