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TARTESSOS - Coggle Diagram
TARTESSOS
Ubicación y geografía:
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Situación: Tartessos se ubicaba en el suroeste de la Península Ibérica, principalmente en la actual Andalucía. Sus límites exactos son inciertos, pero se cree que abarcaba áreas alrededor de la desembocadura del río Guadalquivir y parte de la provincia de Huelva.
Ciudades principales: Entre las ciudades más mencionadas se encuentran Tartessos, como capital, y otras como Onuba (Huelva) y Gadira (Cádiz).
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Ríos y costas: La proximidad al río Guadalquivir y al océano Atlántico facilitaba el comercio y el acceso a recursos acuáticos.
Minerales: La región era rica en metales, especialmente oro, plata y cobre, que se extraían de las montañas cercanas, lo que impulsó la economía de la civilización.
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Clima: Mediterráneo, con inviernos suaves y veranos cálidos, lo que favorecía la agricultura y la ganadería.
Terreno: Variado, con montañas, llanuras fértiles y costas, proporcionando un entorno propicio para el desarrollo de una civilización próspera.
cultura
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Influencia fenicia y griega: Tartessos fue un cruce de culturas, influenciada por fenicios y griegos, lo que se refleja en su arte, religión y prácticas comerciales. La llegada de comerciantes fenicios trajo técnicas avanzadas en metalurgia y navegación.
Manifestaciones artísticas: Su arte se caracterizaba por la metalurgia elaborada, cerámica decorativa y esculturas, que muestran una fusión de estilos locales y foráneos.
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Sociedad estratificada: Tartessos tenía una jerarquía social clara, con una elite dirigente que controlaba el comercio y los recursos. Esta elite incluía nobles y sacerdotes, quienes ejercían un gran poder sobre la población.
Comercio y clases trabajadoras: La mayoría de la población estaba involucrada en actividades agrícolas y artesanales, mientras que los comerciantes desempeñaban un papel clave en la economía.
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Politeísmo: Los tartésicos adoraban a múltiples dioses, a menudo relacionados con la naturaleza y la fertilidad. Las prácticas religiosas incluían rituales y ofrendas.
Santuarios y tumbas: Se han encontrado restos de santuarios y tumbas que sugieren la importancia de la religión en su vida cotidiana, con ceremonias vinculadas a la vida después de la muerte.
economia
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Centro comercial: Tartessos fue un importante nodo comercial en el Mediterráneo, facilitando el intercambio de bienes entre diversas culturas, incluidos fenicios y griegos.
Productos intercambiados: Los tartésicos exportaban metales (oro, plata, cobre) y productos agrícolas, mientras que importaban bienes como cerámica y artículos de lujo de otras civilizaciones.
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Minería: La riqueza mineral de la región, especialmente en metales preciosos, permitió a Tartessos prosperar económicamente. La extracción de estos recursos se convirtió en la base de su riqueza.
Agricultura: La agricultura era fundamental, cultivando cereales, olivos y viñas. La fertilidad de la tierra, gracias al clima mediterráneo, favoreció la producción agrícola.
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Ganadería: Además de la agricultura, la cría de ganado (ovejas, cabras y cerdos) era crucial para su dieta y economía.
Artesanía: La producción de objetos de metal, cerámica y tejidos era un sector importante. Los artesanos tartésicos eran reconocidos por su habilidad, especialmente en la elaboración de joyas y utensilios de metal.
legado
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Influencia en la Península Ibérica: Tartessos dejó una huella significativa en las culturas posteriores de la Península, especialmente en aspectos artísticos y comerciales. Su desarrollo en metalurgia y comercio fue precursor para civilizaciones posteriores.
Arte y arquitectura: El estilo artístico tartésico influyó en la producción de cerámica, escultura y joyería, mostrando una mezcla de técnicas autóctonas y foráneas.
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Causas de la declinación: A partir del siglo VI a.C., Tartessos comenzó a declinar debido a varios factores, como la presión de los pueblos invasores (incluyendo a los celtas) y el cambio en las rutas comerciales que afectaron su economía.
Destrucción y legado perdido: La falta de documentación escrita y las limitadas fuentes históricas dificultan el estudio de su final. Se cree que la civilización se disolvió gradualmente, con su territorio siendo absorbido por otras culturas, como los íberos.
Investigación moderna
Arqueología: Las excavaciones arqueológicas han permitido descubrir restos de asentamientos tartésicos, ofreciendo información sobre su vida cotidiana y cultura. Sin embargo, muchas preguntas sobre su historia y legado siguen sin respuesta.
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