Las pautas para las entrevistas con padres incluyen escuchar sus preocupaciones, explicar el proceso de evaluación, y adoptar una actitud tranquila y comprensiva. Es importante transmitir respeto, no culparlos por los problemas del niño, y resaltar sus habilidades positivas. Se debe buscar su cooperación en el diagnóstico y tratamiento, evitando ser autoritario. Si es necesario, se deben programar más reuniones, entrevistar a ambos padres o separarlos según la situación. Es fundamental aclarar detalles vagos, utilizar preguntas de seguimiento, y guiar la conversación hacia el tema principal. Si la memoria de los padres es confusa, se recomienda que verifiquen registros. Para una segunda entrevista, se puede pedir que lleven un registro de los problemas del niño.