Estos instrumentos, utilizados desde una perspectiva formativa, nos permiten mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje y como comenta López-Pastor, “sirven para que el alumnado aprenda más (y/o corrija sus errores) y para que el profesorado aprenda a trabajar mejor (a perfeccionar su práctica docente)” (López-Pastor et al., 2006, p. 36),