Se caracteriza por su diversidad geográfica y temática. En América Latina, prevalecen temas de identidad y violencia política; en Europa, se exploran las tensiones migratorias y culturales; en África, las narrativas poscoloniales y la diáspora son centrales; en Asia, se aborda la modernización y la globalización; mientras que en Norteamérica y Oceanía, se exploran las tensiones raciales, la identidad y la relación con las culturas indígenas.