No es posible desnaturalizar un estereotipo, un lugar común, una creencia tradicional y firmemente arraigada, una norma, un hábito o, en general, un modo de comportarse cuya presencia en la vida cotidiana es sólo explicada porque "así son las cosas", o porque ése es "el modo como la gente se comporta", o porque "así se hizo siempre