En conclusión, la ética es una disciplina fundamental para guiar el comportamiento humano, ya que proporciona las herramientas necesarias para reflexionar sobre lo que es moralmente correcto o incorrecto, ayudándonos a tomar decisiones que promuevan el bienestar y la justicia. Al establecer principios y valores, la ética nos permite actuar de manera responsable y justa, tanto en nuestra vida personal como en nuestras interacciones sociales. Es un campo crucial para la convivencia humana y para abordar los desafíos morales que surgen en diversas áreas de la vida, desde las relaciones interpersonales hasta cuestiones más complejas en ámbitos como la política, la economía y la medicina.