Durante los años 90, el balonmano continuó expandiéndose globalmente, con más federaciones nacionales afiliándose a la Federación Internacional de Balonmano (IHF). Se incrementaron las competiciones a nivel mundial, incluyendo los Campeonatos Mundiales y torneos continentales como el Campeonato Europeo de Balonmano, que se celebró por primera vez en 1994. En esta época, los países europeos, como Francia, Dinamarca, Alemania y España, comenzaron a dominar el deporte, tanto a nivel de selecciones nacionales como en competiciones de clubes.