Desde aquí el pensamiento y formas de ser y hacer de los indígenas, campesinos y afrodescendientes, no es únicamente representada en los procesos de formación como sujetos anacrónicos, que se enuncian como parte del pasado o como un retrato de la diversidad, sino que ellos y ellas son parte misma de los espacios formativos como estudiantes o educadores con voz propia, para narrar sus formas de entender el contexto y de relacionarse con él, considerando estos saberes tan importantes como los desarrollados en la academia.