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Émile Durkheim y la Teoría Sociológica de la Acción (1858-1917)
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Émile Durkheim y la Teoría Sociológica de la Acción (1858-1917)
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Variaciones de la acción
La teoría general de la acción especifica y enriquece en el tratamiento de algunas formas concretas de comportamiento humano:
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Existen elementos para una teoría de las acciones básicas, las maneras más generales de actuar que puedan observarse en los seres vivos y, especialmente, en el hombre.
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Suicidarse
Durkheim aclara que se trata de estudiar las tasas de suicidio y no las
manifestaciones individuales de este hecho social.
Para Durkheim la estadística es un método que permite observar el funcionamiento de la sociedad y este funcionamiento se produce, a través de las acciones individuales.
El análisis durkheimiano del suicidio arroja luz sobre un aspecto crucial en toda teoría de la acción: la intencionalidad.
Rechaza la idea de que los fines que el actor persigue basten para definir el sentido de una acción.
Durkheim introduce una noción fuerte de determinación que se impone por encima de la voluntad de los individuos.
La definición misma de suicidio exige que el agente sea por lo menos consciente de las consecuencias de su acción.
El suicidio implica una determinada reflexividad por parte del agente. Pero no es el caso de todos los comportamientos humanos.
Durkheim propone enfocar nuestra atención hacia aspectos variables de la acción: intención, voluntad, conocimiento de causa, razones. Los motivos que fundamentan la acción.
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Adorar a los dioses
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Define a la religión como un conjunto de mitos y ritos, nos invita a pensar la vida social en términos de una articulación inevitable entre ideales y prácticas, entre representaciones colectivas y acciones.
Los fenómenos religiosos se ordenan naturalmente en dos categorías fundamentales: las creencias y los ritos.
Las creencias son estados de opinión, consisten en representaciones; los ritos son modos de acción determinados.
La diferencia entre estas dos clases de hechos (creencias y ritos) es aquella que separa el pensamiento del movimiento.
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Las creencias sólo cobran existencia en el marco de ciertas prácticas que son imprescindibles para la recreación de aquellas.