Habilidades especificas: incluyen habilidades como la capacidad de pensar críticamente, resolver problemas, comunicarse, colaborar, organizarse, reflexionar, gestionar la información, alfabetizarse mediáticamente, transferir conocimientos y habilidades a otras situaciones, investigar, escribir, hablar en público, adaptarse a las nuevas tecnologías.
Se clasifican en:
Habilidades de observación: la observación es crucial para recoger información del entorno. Los estudiantes que desarrollan esta habilidad pueden hacer preguntas y analizar lo que ven, lo que les ayuda a comprender mejor los conceptos.
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Habilidades de investigación: los estudiantes deben aprender a buscar, evaluar y utilizar información de manera crítica. Esto incluye el uso de herramientas digitales y la capacidad de trabajar en proyectos de aprendizaje autodirigidos
Colaboración y trabajo en equipo: la capacidad de trabajar con otros es fundamental en el aprendizaje. Las habilidades sociales permiten a los estudiantes comunicarse efectivamente y colaborar en proyectos, lo que enriquece su experiencia educativa.
Pensamiento critico: esta habilidad implica la capacidad de analizar información, evaluar evidencias y considerar diferentes puntos de vista. Es esencial para resolver problemas y tomar decisiones informadas.
Autonomía en el aprendizaje: fomentar la independencia y la responsabilidad en el aprendizaje es clave. Los estudiantes que desarrollan esta habilidad son capaces de gestionar su tiempo y establecer metas, lo que les permite aprender de manera más efectiva.