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Historia de señas peruanas, comunidad sorda y
cultura sorda en Perú. -…
Historia de señas peruanas, comunidad sorda y
cultura sorda en Perú.
La Lengua de Señas Peruana (LSP) es una lengua natural, visual y espacial, creada y utilizada por la comunidad sorda en nuestro país. Su historia se entrelaza con la historia de la comunidad sorda en Perú y refleja su lucha por el reconocimiento y la inclusión. Fines del siglo XVII.
Orígenes:
Los primeros registros de la LSP en Lima datan de 1936, con la fundación del Colegio Inmaculada de Barranco, el primer colegio para sordos en el país. Sin embargo, es probable que la LSP haya existido mucho antes, desarrollada de manera orgánica por las personas sordas en sus interacciones diarias.
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Marco legal:
En 1999, se aprueba la Ley General de la Persona con Discapacidad (Ley 27050), que reconoce la importancia de la comunicación y el lenguaje para las personas sordas. Sin embargo, es en el 2010 cuando se produce un avance significativo con la Ley 29535, que reconoce oficialmente la LSP y establece que el Estado debe apoyar estudios sobre esta lengua y su uso.
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Cultura sorda en Perú
La cultura sorda en Perú es una expresión de la identidad y la diversidad cultural de nuestro país. Se caracteriza por:
Oralidad: A pesar de no utilizar el lenguaje hablado, la cultura sorda es altamente oral, utilizando la LSP como su lengua principal.
Valores: La cultura sorda se fundamenta en valores como la solidaridad, la cooperación, la inclusión y el respeto por la diversidad.
Visualidad: La cultura sorda se basa en la comunicación visual, utilizando gestos, expresiones faciales y el espacio para transmitir información y emociones.
Expresiones artísticas: La comunidad sorda ha desarrollado diversas expresiones artísticas, como la poesía en señas, el teatro en señas, la pintura y la música.
En conclusión
La historia de las señas peruanas, la comunidad sorda y la cultura sorda en Perú es una historia de lucha, resiliencia y construcción de identidad. A pesar de los desafíos, la comunidad sorda ha logrado avances significativos en el reconocimiento de sus derechos y en la visibilización de su cultura. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para garantizar la plena inclusión y el desarrollo de las personas sordas en nuestro país.