Según esta teoría, desde una perspectiva psicológica, la percepción no es el simple resultado de sensaciones, en primer lugar, porque éstas no son el único elemento de la percepción, en segundo, porque resulta casi imposible determinar su entidad concreta y exacta, es decir, porque es muy difícil precisar qué es o en qué consiste y, en tercero, porque diferentes personas ante idénticos estímulos, pueden percibir objetos distintos.