Alejandro, de 24 años y descrito ya en el capítulo 2, empezó a realizar comprobaciones sobre los 14 años.En el momento de nuestra evaluación tenía dudas sobre si había cerrado bien el gas, aparatos eléctricos, luces y grifos (lavabo, ducha, pila...), lo que comprobaba repetidamente cada vez que los usaba, cerrando cada vez siete veces y mirando al menos otras siete que hubiera quedado bien cerrado. También dudaba de si había cerrado bien las puertas o dejado las llaves puestas. Lo comprobaba al menos siete veces (a veces hasta veinte, sólo paraba por «vergüenza», por si le miraban los vecinos...) en la puerta de su casa, en la casa de su abuela, en el portal de la finca, en el buzón, en el candado de la bicicleta.
Luego se estimó una probabilidad para cada una de las posibilidades basándonos en los hechos previos en la misma circunstancia
Para el segundo paso: aceptando que el grifo hubiera quedado abierto (pues en caso contrario la secuencia de consecuencias no tendría lugar), nos planteamos hipótesis alternativas: 1) Que el sumidero tragara bien el agua del grifo que había quedado abierto.
Para el tercer paso: asumiendo que se diera la alternativa más inconveniente a la que se había asignado un 5% de probabilidades (el agua se desborda, por ejemplo, porque es un lavabo antiguo o está embozado...), seguimos generando alternativas tanto positivas como negativas, y estimando la probabilidad de ocurrencia de cada una.
Resultado final fue que aun en las peores circunstancias (que el grifo quedara efectivamente abierto) las probabilidades de ocurrencia de cada una de las secuencias temidas era cada vez menor, hasta llegar a ser inapreciable, dado que las posibilidades de solución positiva (alternativas diferentes) en cada uno de esos pasos eran sustancialmente mayores que las probabilidades de que, en realidad, se cumpliera el paso de la secuencia en cuestión.
En primer lugar se utilizó la flecha descendente para conocer la cadena de temores que el paciente presentaba, que resultó ser la siguiente:
-
-
-
-
-
6-No podré pagar los gastos, me veré en la calle, no podré seguir estudiando.