Es un contrato consensual en el que una parte, el vendedor (venditor), se obliga a transferir la posesión de una cosa a otra parte, el comprador (emptor), quien a su vez se compromete a pagar un precio determinado (pretium). Este contrato es considerado bilateral y oneroso, ya que genera obligaciones recíprocas para ambas partes. La compraventa es un negocio meramente obligacional, lo que significa que no transfiere automáticamente la propiedad de la cosa, sino que crea la obligación de hacerlo