CONCLUSIÓN:
Queda esclarecido que la educación inclusiva lleva un proceso y objetivos alcanzables no solamente cuando se habla de una escuela que acepte la diversidad, sino de una sociedad que la practique. Es por ello que los resultados serán favorables cuando participe toda la comunidad educativa: maestros, directivos y padres de familia comprometidos a trabajar también desde casa con sus hijos.
Aunque, actualmente la integración e inclusión se llevan a cabo en diferentes instituciones, falta fomentar la preparación constante de docentes y una mejora en el currículum, para poder brindar y atender las diversas necesidades de los alumnos y en consecuencia, ver cómo ellos enriquecen sus habilidades. Al final haber hecho un buen trabajo con la diversidad dentro del aula se verá reflejado con ciudadanos caracterizados por ser responsables y justos en sus entornos.
Cabe señalar que lo importante no es solo incorporar la diversidad, sino valorarla como enriquecedor.