CONCLUSIÓN: Es inherente a la humanidad la necesidad de convivencia en sociedad. Cada cultura ha encontrado la manera de organizarse a través de distintas pautas sociales que les funcionan y por tanto se consideran valiosas. La cultura latinoamericana, en particular la mexicana encuentra destaca ciertas actitudes que considera importantes para la convivencia. En este documento encontramos como se perciben estas actitudes y la relación que tienen entre sí, así como el impacto que tienen en los demás y en la convivencia.
En la búsqueda de integración y aceptación, las personas usan herramientas como la modestia, que al ser una infravaloración de las cualidades propias, genera en los demás un sentimiento de humildad, el cual contribuye a la percepción de la simpatía de una persona. Por el contrario, tenemos la arrogancia, No es una actitud autopercibida, por el contrario es una idea que se forman los demás de un individuo a partir de comportamientos qué tiene, tampoco es obligatoriamente negativa, ya que implica el reconocimiento de cualidades y virtudes propias. Aun así, al caer en arrogancia se pueden tener comportamientos qué no agradan a los demás y dificultan la integración y colaboración social.