es una herramienta esencial en la seguridad de sistemas de información, aunque no proporciona seguridad adicional por sí mismo. Su función principal es detectar si la red de una empresa está siendo atacada al monitorear actividades específicas y alertar al personal de seguridad cuando se detecta un comportamiento anómalo. Además, un IDS permite registrar diferentes tipos de tráfico en la red, lo que facilita un análisis detallado posterior de la actividad. A pesar de no ser un mecanismo de seguridad directo, es una herramienta valiosa para identificar amenazas y riesgos. Dado que los recursos informáticos y las redes son fundamentales para los negocios actuales, es crucial invertir en seguridad de sistemas de información para proteger a las empresas, que a menudo son blancos fáciles.