Finalmente, el cambio en el conocimiento sobre la enseñanza de las ciencias a futuros maestros “contribuye a desarrollar cualidades innatas del ser humano, como la curiosidad y la creatividad; actitudes, como la disciplina, el escepticismo y la apertura intelectual, y habilidades, como la observación, el análisis y la reflexión, entre otras, además se caracteriza por un enfoque más activo, basado en la indagación, interdisciplinario, tecnológico y orientado hacia la alfabetización científica. Estos cambios buscan mejorar la calidad de la educación científica y prepara a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo actual”