Es la realización de actos de ejecución que deberían producir como resultado el delito y, sin embargo, no lo producen por causas independientes de la voluntad del sujeto activo. Es, en todo caso, punible. El autor, ha realizado todos los pasos necesarios, para que su plan criminal se concretice materialmente, esto es, se han agotado conductivamente todos los elementos que dan lugar a la realización típica.