La docente motiva a los estudiantes de primer grado utilizando diversas estrategias. Por ejemplo, incorpora juegos educativos como "bingo de letras" para enseñar el alfabeto, lo cual hace el aprendizaje divertido y atractivo. También usa materiales didácticos coloridos y manipulativos, como bloques y tarjetas ilustradas, para ayudar a los estudiantes a visualizar conceptos matemáticos. Además, implementa actividades lúdicas como cantar canciones relacionadas con los temas de clase, lo que facilita la memorización. La creación de un ambiente positivo es esencial, por lo que la docente siempre brinda elogios y retroalimentación constructiva, fomentando así la participación y el entusiasmo por aprender.