Las revoluciones y protestas en el mundo árabe de 2010 a 2012, denominadas por
distintos medios como la Revolución democrática árabe o la Primavera árabe,
consisten en una serie de alzamientos populares en los países árabes,
principalmente del norte de África, calificados como revolución por la prensa
internacional, que comenzó con la revolución tunecina. Aunque, varios expertos a
nivel internacional, como Noam Chomsky, consideran las protestas de octubre de
2010 en el Sahara Occidental como el punto de partida de las revueltas. Son unas
revueltas sin precedentes en el mundo árabe, ya que si bien en la historia de éste
ha habido numerosas revoluciones laicas y republicanas, hasta ahora éstas se
habían caracterizado por nacer a partir de golpes de Estado militares y dar paso a
gobiernos en cierta medida autoritarios con o sin apoyo popular, en tanto que los
acontecimientos actuales se caracterizan por un reclamo democrático, y de una
mejora sustancial de las condiciones de vida. Por la naturaleza de sus protestas
(libertades democráticas, cambios políticos, económicos y sociales), estas
manifestaciones masivas empiezan a ser comparadas con las revoluciones de 1830,
las de 1848 y las revoluciones en Europa del Este a partir de la caída del muro de
Berlín en 1989.