Los sensores de ultrasonidos miden las distancias sin contacto basándose en la reflexión de las ondas de ultrasonidos. Detectan los objetos transparentes, oscuros, brillantes o complejos, así como los líquidos. Son capaces de detectar, ubicar, comprobar la presencia y realizar mediciones de distancia, a pesar de la contaminación en forma de polvo, niebla, vapor o luz externa.