-Es una enfermedad genética que afecta la estructura y apariencia del esmalte dental.
-Los dientes de las personas con AI pueden ser pequeños, decolorados, quebradizos o apiñados, y propensos a caries y pérdida temprana.
-Esta afección puede afectar tanto los dientes primarios (de bebés) como los permanentes.
-Los tejidos que rodean los dientes, como encías, cemento, ligamentos y huesos alveolares, también se ven afectados.
-Se clasifica en cuatro tipos principales según los síntomas, apariencia en radiografías y defectos específicos del esmalte.
-El tratamiento puede incluir restauraciones dentales, ortodoncia y cuidado oral adecuado.
Tipo I (Hipoplasia AI):
-Esmalte delgado y poroso.
-Color amarillo o marrón.
-Dientes propensos a fracturas y desgaste.
-Puede afectar tanto los dientes primarios como los permanentes.
Tipo II (Hipoplasia AI con taurodontismo):
-Esmalte delgado y poroso.
-Raíces dentales alargadas (taurodontismo).
-Dientes con forma de “campana”.
Tipo III (Hipoplasia AI con opalescencia):
-Esmalte delgado y poroso.
-Opalescencia (color azul o blanco) en la dentina.
-Dientes frágiles y propensos a fracturas.
Tipo IV (Hipoplasia AI con taurodontismo y opalescencia):
-Combinación de características de los tipos II y III.