Los clientes que ya prefieren una marca canjean alrededor del 80% de los cupones. Aunque algunos consideran innecesario ofrecer descuentos a estos clientes, los fabricantes creen que esto evita que usen productos de la competencia. Los fabricantes reconocen estos canjes como un "mal necesario" en la distribución masiva. Para captar nuevos clientes, algunas empresas usan correo directo, aunque es costoso y tiene baja tasa de respuesta. De los 3,600 millones de dólares pagados anualmente en canjes de cupones, 500 millones son reembolsos ilegales. El fraude con cupones incluye el recorte masivo, donde los cupones son "canjeados" por comercios inexistentes, y la falsificación, donde los cupones se copian y se envían para reembolso. La principal fuente de falsificación es Internet. Los minoristas generalmente no participan en estos fraudes, pero pueden cometer errores en el canje, como aceptar cupones para productos de tamaños incorrectos o aceptar cupones sin la compra del producto correspondiente.