Por otra parte, las psicosis, en última instancia, son enfermedades orgánicas, agudas o crónicas, de largo plazo, con recidivas, recurrencias, etc., y así deberían ser contempladas en los sistemas de obra social y prepagos de cobertura. En general, dichos sistemas ponen límites muy estrictos a los tiempos de internación, de psicoterapia, de hospital de día, del tipo de medicamentos y cuestionan, además, los tratamientos por intentos de suicidio y abuso de sustancias (patologías duales). Estos acontecimientos no deberían ser más manejados de esta manera.