Los hongos son organismos pertenecientes al reino Fungi. Comparten algunas características con las plantas y los animales, son diferentes a ambos. Tienen una pared celular y son sésiles (no se desplazan). A diferencia de las plantas, no realizan la fotosíntesis, sino que son heterótrofos, (obtienen su alimento de fuentes externas). Existen alrededor de 70,000 especies de hongos conocidas en el mundo, pero se estima que podrían existir más de un millón y medio. Tienen una gran diversidad y se relacionan de diferentes formas con su entorno y obtienen su alimento. Algunos son saprófitos, (se alimentan de materia orgánica muerta como hojarasca, estiércol o madera). Otros son parásitos y se alimentan de otros organismos, tanto plantas como animales. También hay hongos que establecen relaciones simbióticas o mutualistas con otros seres vivos. Desempeñan un papel importante en los ciclos biogeoquímicos, ya que son capaces de descomponer la materia muerta de animales y plantas. Sin embargo, no todos los hongos son beneficiosos para los seres humanos. Algunos pueden podrir la madera, afectar diversos materiales o ser venenosos y potencialmente fatales si se consumen.