Los niveles de responsabilidad parten de la dirección general de una entidad, es decir, esta última representa el primer nivel, ya que es responsable ante los accionistas y terceros; posteriormente, las divisiones o áreas específicas (por ejemplo: ventas, producción, finanzas, recursos humanos, etcétera) y el siguiente nivel puede estar representado por departamentos (por ejemplo: el área de finanzas tiene departamentos tales como contabilidad, contraloría, tesorería, etcétera). Cada área debe encontrarse codificada para efectos de conocer su nivel de responsabilidad.