En el primer año de Ciro rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, despertó Jehová el espíritu de Ciro rey de Persia, el cual hizo pregonar de palabra y también por escrito por todo su reino, diciendo: Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. (vs.1-2)
Ciro inició una nueva era caracterizada por una notable aceptación religiosa. Su política se basaba en el respeto hacia las creencias de cada pueblo, lo que permitió a los judíos regresar y reconstruir el Templo de Jehová.