Transición Política: El asesinato de Trujillo no significó el fin inmediato del trujillismo. Su hermano, Héctor Bienvenido Trujillo, quien era el presidente nominal del país, y otros miembros del régimen intentaron mantener el control. Sin embargo, la presión interna y externa, especialmente de Estados Unidos, que temía una escalada en la violencia y la inestabilidad en la región, forzó una transición.
La muerte de Rafael Trujillo marcó el comienzo del fin de una de las dictaduras más largas y brutales en América Latina. Aunque su asesinato no llevó inmediatamente a la democratización, fue un paso crucial que permitió a la República Dominicana comenzar el difícil camino hacia la libertad y la democracia.