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EL ÁMBITO DE LA ÉTICA: SESIÓN DOS - Coggle Diagram
EL ÁMBITO DE LA ÉTICA: SESIÓN DOS
2.1 Los conflictos morales y el discernimiento
¿Sobre qué discernimos?
todos los seres humanos discernimos sobre la razón para decidir cómo actuar ante determinado problema, reto, conflicto o dilema.
¿Qué es lo que entra en juego ¿o que ponderamos o consideramos al enfrentarnos con conflictos morales?
La capacidad de discernir entre el bien y el mal, lo justo y lo injusto.
Nuestros propios valores personales y convicciones éticas.
Las consecuencias que cada alternativa de acción tendrá sobre los intereses de los diferentes agentes afectados.
Las demandas morales en conflicto que cada agente involucrado puede aducir para justificar sus intereses.
¿Qué relación tiene nuestra responsabilidad moral con nuestra capacidad de discernir?
La responsabilidad moral está estrechamente relacionada con nuestra capacidad de discernir ya que este implica la capacidad de evaluar y distinguir entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, lo ético y lo no ético. Esta capacidad es fundamental para tomar decisiones morales y asumir la responsabilidad de nuestras acciones.
¿Qué implicancias tienen estas interrogantes para nuestra función como servidores civiles de un Estado democrático?
Como servidores civiles de un estado democrático se debe tener en cuanta que debemos tener principalmente ética moral donde rijan valores, normas, responsabilidades y ser seres que siempre elijamos el bien el cual servirá para nosotros mismos como para la sociedad.
¿Qué significa ser sujeto moral?
Ser sujeto o agente moral significa que tenemos la capacidad de responder de manera consciente y autónoma, en base a consideraciones éticas, ante una serie de situaciones cotidianas y en diversos ámbitos que interpelan nuestros sentidos de justicia y de lo que es bueno o correcto.
2.2 La construcción de los principios de libertad, tolerancia y
democracia.
San Agustín se entendía como parte de esta salvación mediante las obras, el pago de indulgencias, que consistía básicamente en la donación de dinero o bienes a la Iglesia.
Lutero cuestionó radicalmente esta práctica.
Para solucionar esta situación, se ensayó que cada Iglesia se las arreglase
con su propia moral
La propuesta que logró mayor apoyo y viabilidad fue la que Locke presentó tanto en su Ensayo sobre la tolerancia de 1667 y su Carta sobre la tolerancia de 1689
Sin importar cuál era la religión del soberano, los ciudadanos
podían seguir profesando sus propias creencias
Si el Estado seguía comprometido con una religión particular,
dividiría a los ciudadanos
Esto da inicio a una cultura política que sigue siendo de suma importancia en
occidente, a saber, la cultura liberal.