El materialismo histórico, desarrollado por Karl Marx y Friedrich Engels, sostiene que la historia humana es impulsada por la lucha de clases y los cambios en los modos de producción. La estructura económica de una sociedad, compuesta por las fuerzas productivas y las relaciones de producción, determina la superestructura, que incluye instituciones y cultura. Las contradicciones entre las clases sociales, especialmente entre la burguesía y el proletariado, conducen a revoluciones que transforman el modo de producción, evolucionando desde el comunismo primitivo hasta el socialismo. Este proceso dialéctico de tesis, antítesis y síntesis impulsa el desarrollo histórico.