Las empresas que implementan estrategias integrales para mejorar su fuerza de ventas obtienen una ventaja competitiva. Esto incluye técnicas de promoción, apoyo integral, reuniones estratégicas, materiales de alta calidad, programas de motivación y ventas personalizadas, creando así un equipo capacitado, motivado y productivo, que contribuye al éxito de la organización.