Este capítulo aborda la transformación de las instituciones escolares en la modernidad. Se destaca que la escuela, que antes se basaba en valores universales y una fuerte institucionalización, ha perdido legitimidad y estabilidad en los últimos 50 años. Ahora, los procesos de socialización y educación se desarrollan en un contexto de pluralidad de valores y mayor crítica social. Las escuelas siguen siendo importantes para la transmisión del acervo cultural y la formación ciudadana, pero deben adaptarse a nuevas demandas sociales y culturales. La enseñanza hoy implica más diálogo y justificación, y menos obediencia automática, lo que complica el trabajo docente.