Vicente Huidobro dio comienzo al creacionismo, que aspiraba convertir a la poesía en una realidad autónoma y ajena a cualquier intento de descripción del mundo exterior. El libro fundamental de esta nueva estética es su poemario El espejo de agua. El peruano César Vallejo es el autor del poemario Trilce, su obra más conocida, recurre a una violenta distorsión del lenguaje para expresar su atormentado mundo interior. En la exuberante obra de Pablo Neruda destaca Veinte poemas de amor y una canción desesperada, que se escribe en una técnica neorromántica, donde el yo poético esta sumido en la angustia y en la incertidumbre existencial, y cree encontrar en el amor el sentido de la vida.